Día 1 - How to do it in America

Buenísimos días de sábado!!

Mil perdones, pero el jueves fue un día larguísimo, noche anterior sin dormir, cambio de horario... ya sabéis, y todo y que Cristina me amenazó en que me hablaría hasta el infinito y más allá para que no me durmiera y escribiera el post que os había prometido, la realidad era en que el sushi que cenamos tenía más probabilidades que acabara en mi cabeza de tocado que en mi estómago

Después de una cola infinita en el control de pasaportes, tráfico intenso en Manhattan y problemas con el check in del hotel, conseguimos al fin llegar a la habitación para dejar equipajes y prepararnos para patear la ciudad

Como veis, este hotel tiene unas vistas alucinantes del East River y del teleférico de Roosevelt Island, que pasa aquí al ladito y que puedo divisar todo y estando estirada en la cama

Eso sí, no vengáis aquí a no ser que queráis gastaros muchos dólares en taxis, está mal comunicado

Caminando atravesamos la calle 59 hasta llegar a la esquina de la 5th. Un visto y no visto, porque la hora de la puesta de sol estaba cerca, y Cristina, Laura y Lourdes debían de subir al Top of de Rock antes para poder disfrutar así, del antes y después del sol sobre la isla

Mientras, yo me fui a una tienda de telefonía de AT&T para poder solucionar mis problemas con el wifi del Iphone, tomad nota, me cambiaron la tarjeta del móvil y me regalaron una nueva de ellos, con la que puedo conseguir wifi en todas aquellas zonas donde es gratuito: Starbucks, Central Park, Times Square, Bryant Park...

De ahí, la rigurosa visita a Times Square, y de nuevo corriendo al hotel para cambiarnos, ya que Cris y yo teníamos cena reservada en Nobu, aprovechando el penúltimo día de la New York Restaurant Week

Llegar a Nobu... pues nos costó cruzar la isla 4 veces. Llamadme tonta, porque será que no os lo expliqué aquí, pero es que hay metros express que no figuran como tal, en fin, baja cambia de andana, sube, cambia de andana, baja... llegamos al Tribeca tarde, como no, suerte que todavía teníamos la mesa guardada

El primer plato estaba divino, gambas con un rebozado finísimo, ñam! tremendo. De segundo sushi... Cris y yo nos echamos unas risas de vernos las caras la una a la otra cada vez que probábamos uno diferente, decidimos que estaba hecho para los amantes de lo japo, pero no para nosotras

De vuelta al hotel, metro cortado y odisea para llegar a las 12,30 de la noche, en fin, que tardé menos en dormirme de lo que tardó Cris en ponerse el pijama

Mañana más, sí o sí

Si queréis que os aburra un poco, aquí tenéis más fotos ;)

Un beso!!

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