Día 3 - Manhattan

Anoche el cielo amenazaba más tormenta (como diría la canción de Estopa), y así es como ha amanecido...

Aún así, no he cambiado los planes y me he levantado ya sin despertador, a las 6,30, para ir a Brooklyn, al Target (o Targuet, como pronuncian ellos). Una de las cosas que me encanta hacer, es conocer las culturas por sus supermercados, y aquí tienen tantas cosas diferentes y hiper calóricas, que bien merecía un viaje a las afueras debido a los prohibitivos precios de Manhattan.

He comprado frostie y preparados para hacer muffins, colorantes para pastel, salsa barbacoa!!!! (mi última adicción), moldes... un montón de cosas que ya os enseñaré, y además, una conversación futbolera y una cita que me han pedido mientras compraba. Luego dicen de los italianos... estos americanos no tienen pelos en la lengua, ay omá!! pero tranquila mamá, que vuelvo ;)

Después de la nevada, el sol ha hecho acto de presencia, así que ya por fin era momento de empezar ruta, y siempre, por el Downtown. Wall Street con sus hombres con batines de colores, Battery Park y los peanuts bien caletintos que me he zampado con tanta ansiedad que hasta dolor de barriga he tenido, y un largo paseo a orillas del Hudson hasta llegar a Tribeca. Ha sido impresionante imaginarme el avión de pasajeros que aterrizó en el río, os acordáis? mare meua...

Tribeca estaba tranquilisimo, en general toda la ciudad, no he encontrado el batiburrillo habitual. En Chinatown conseguí otro de mis objetivos, un Haagen Dazs, como véis el viento no se me lleva, y por casualidad me he encontrado con el rodaje de "Damages" con Glenn Close, aunque a ella no la he visto :(

Mientras paseaba en el Soho y hacía de paparazzi, mi permanencia en este país ha corrido peligro. Suerte que me avisaban que no se podían hacer fotos casi cuando ya había acabado. Aún así, no han salido muy artísticas, los nervios de saber que infringía alguna "ley", me hacían tirarlas "disimuladamente".

Todo el día caminando, ha sido terrible, y que sepáis que todavía con botas de agua (por cierto, mira que son cómodas oye). Pero a estas tempranas alturas los nudillos de los dedos del pie ya empiezan a resentirse, y mi cuerpo me pedía el aroma de café. Desde hace nada, Nespresso ha invadido también los States, para suerte de los europeos, así que allí me he ido. 8$!!!! por un café latte, too much for me.

Tenía que volver al hostel, porque había quedado con las compañeras para ir al centro de yoga del edificio a hacer una clase de meditación. Pero cuando he llegado aquí, a las 7 de la tarde, reventada... he pensado que si meditaba un poco más quizá ya no volvía a España. Así que he optado por el plan B, hacerme la manicura =)

Mi barrio es super cuqui, como diría una que yo sé, hay una vidilla tremenda, y Bedford Avenue está llena de bares chulísimos, tiendas 24 horas, y como no, de chinas que hacen la manicura por 10$. Ahí que he cogido mi mochila al vuelo, y me he ido antes de que cerraran. Eran las 8pm. Me he sentido tan de aquí, que se me escapaba la risa. Llevo las uñas de color rosa chicle, y de Opi oye, que aquí hay caché.

Volveré ;)

Muchos besos!!!